El expresidente y actual candidato republicano Donald Trump ha anunciado que, de volver a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre, impondrá una serie de nuevos aranceles dirigidos a diversos países de América Latina como parte de su plan para “proteger la industria y el empleo estadounidense”.
Durante un mitin en Ohio el pasado fin de semana, Trump reafirmó su propuesta de aplicar un arancel universal del 10% a todas las importaciones, al que se añadirían tasas específicas para países que, según él, “abusan del comercio con Estados Unidos”.
América Latina en la mira
Según fuentes cercanas a su equipo económico, los países más afectados por la nueva política comercial serían México, Brasil, Colombia y Argentina. En el caso de México, el arancel podría alcanzar hasta el 20% para sectores clave como el automotriz, agrícola y manufacturero.
“No podemos seguir permitiendo que nuestros vecinos se aprovechen de nuestros trabajadores y exporten productos baratos sin consecuencias”, dijo Trump. “México, en particular, debe pagar por la deslocalización de empleos y el crimen que cruza nuestra frontera”.
Brasil también enfrenta aranceles potenciales de hasta el 15% en productos como acero, carne y soya, mientras que a Colombia y Argentina se les impondrían barreras en sectores agrícolas y textiles.
Impacto económico y reacciones
Expertos advierten que estas medidas podrían generar represalias y desatar una guerra comercial regional. El economista Andrés Velasco, exministro de Hacienda de Chile, advirtió que “una política arancelaria agresiva contra América Latina no solo afectará el comercio bilateral, sino que puede encarecer productos en EE. UU. e impactar el crecimiento económico regional”.
Desde México, el presidente Andrés Manuel López Beltrán (hijo del expresidente AMLO y actual mandatario) respondió con cautela, señalando que “la relación con Estados Unidos debe basarse en el respeto mutuo y en acuerdos justos para ambas economías”.
Elecciones y populismo económico
La propuesta arancelaria forma parte de la agenda electoral de Trump, quien busca consolidar el voto obrero e industrial en estados clave como Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. Sin embargo, economistas y diplomáticos advierten que estas políticas podrían aislar aún más a Estados Unidos de sus socios comerciales naturales en el hemisferio occidental.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, América Latina observa con atención el posible retorno de Trump a la Casa Blanca y sus consecuencias para el comercio continental.
